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Cuál es el mayor problema del emprendedor?

Iniciar un negocio con una buena idea es fantástico, pero su problema habitual es la financiación. A la hora de buscar fondos necesitará aportar capital. Si el emprendedor no lo hace, el banco piensa que en caso de que no triunfe, él pierde su dinero y el emprendedor nada y que, en caso de éxito, sólo gana el tipo de interés. Por tanto, debe aportar fondos, garantías o avales y en caso contrario, deberá contar con el apoyo de un business angel que apueste por su proyecto.

El emprendedor siempre debe arriesgar algo para el éxito financiero del proyecto y a su vez, si puede, debe reservar una liquidez para acudir a imprevistos y faltas de liquidez del proyecto.

 

¿Cuándo hay que avalar y qué consecuencias tiene?

 

El aval supone responder del crédito con nuestros bienes presentes y futuros. Acostumbra a ser una demanda del banco cuando pedimos financiación, sobretodo en los creditos empresariales. Esto le da al banco la tranquilidad de que, en caso que la sociedad no pague, seremos nosotros quienes acudamos al pago de la deuda.

En el caso de las familias es habitual solicitar avalista cuando la capacidad de reembolso o la estabilidad laboral no es suficiente para llegar al ratio de riesgo.

 

¿A qué plazo puedo endeudarme?

Dependerá del tipo de financiación que busquemos, si es para desfases temporales de liquidez, para la adquisicion de vivienda habitual, la edad del prestatario o la politica de la entidad. Cuando son de inversión, lo ideal es que el plazo sea lo equivalente a la vida útil del bien o incluso menos.

 

¿Cuál es el producto ideal para mi empresa?

  • Si estamos en un desfase temporal de liquidez acudimos a productos a corto plazo como pólizas de crédito, préstamos a 2 o 3 años o descuentos comerciales.

  • Para inversiones, préstamos a 4 años o más, optaremos por leasing, renting o hipoteca.

  • Para financiar clientes y proveedores necesitaremos confirming, factoring, seguros de crédito, descuentos de facturas o anticipos de contratos.

 

¿Es mejor el ICO?

El ICO es un préstamo de mediación, son fondos que pone el estado a disposición de las empresas y autónomos para financiar sus proyectos empresariales. Quincenalmente aplica un tipo de interés competitivo, pero eso no significa que siempre sea mejor que la oferta de un banco, ni que el criterio de riesgo para su concesión sea menos exigente. Pero suele carecer de algunas comisiones y sus precios por regla general suelen ser mas competitivos.

 

 

¿Por qué no me dan financiación?

 

 

Para conseguir financiación necesitamos tener capacidad de devolución. Esto se mide mediante la generación de recursos de una empresa. Si no tenemos ese primer parámetro, todo se complica. Si somos emprendedores, deberemos aportar dinero o arriesgar nuestros bienes para ayudar a que la banca nos conceda dinero.

 

¿Es bueno invertir todos mis ahorros o debo quedarme algo?

Siempre es bueno disponer de algo de liquidez propia para cualquier urgencia ya que, si nos hemos descapitalizado, no tendremos dinero para posibles necesidades.

¿Qué debo cumplir para que me concedan una hipoteca?

Hay dos aspectos principales que se deben cumplir para conseguir que nos concedan una hipoteca:

La capacidad de pago. El Banco de España y la Asociación Hipotecaria Española limitan el importe de concesión al 40% de nuestros ingresos. Es decir, si ganamos 1.000 euros al mes, podemos pagar una hipoteca de máximo 400 euros por todos los préstamos que tenemos. Asi como el valor de la garantía. El importe que nos concederán será máximo del 80% del valor de la vivienda en un principio. En el caso de locales comerciales o naves industriales el porcentaje es inferior.

 

¿Contratamos una hipoteca a más o menos años?

En la contratación de hipotecas hay dos límites de edad. Hemos de ser mayores de 18 años y menores de 65 en el momento de la solicitud. Una hipoteca se puede pagar hasta en 40 años segun la entidad y, normalmente, hasta que tengamos 75 años. Es decir, si tenemos 40 años, podremos solicitar hasta 35 años de pago. Aunque nos pueda parecer asequible a 15 años, es recomendable constituir la hipoteca a 40 años para tener liquidez para cualquier imprevisto. Además, siempre estamos a tiempo de amortizar anticipadamente el importe que creamos oportuno.

 

¿Qué es el suelo y techo?

El suelo es una cláusula que ponen las entidades financieras en la que se estipula que aunque el euríbor o el indicador que rija nuestra hipoteca baje, pagaremos un interés mínimo estipulado en la minuta, que puede ser un 3, 4 o 5%, según el momento o la entidad bancaria. El techo es lo mismo pero con un interés máximo, es decir, por mucho que suba el interés, nunca pagaremos por encima de él.

En aquellas hipotecas con suelo y techo los importes máximo y mínimo simulan un túnel dentro del cual estará nuestro tipo de interés máximo y mínimo.

 

¿Es mejor un interés fijo o variable?

El interés variable se hace según un indicador, normalmente el euríbor o IRPH, más el diferencial acordado.

El interés fijo acostumbra a ser superior al variable cuando firmamos la hipoteca, de tal manera que inicialmente pagaremos más intereses, pero sabemos que la cuota no varía nunca. Por mucho que varíe el euríbor, nosotros pagaremos siempre esa cuota.

También podemos combinarlos, es decir, contratar una hipoteca a interés variable, y durante tres o cinco años, fijar un interés fijo. Esta modalidad es especialmente recomendable en tiempos convulsos, donde no sabemos qué pasará con las variaciones del tipo de interés.

¿Cuanto pago por cancelar mi hipoteca?

Las hipotecas a interés variable tienen unas condiciones de amortización anticipada de un máximo de 0,50% durante los cinco primeros años y el 0,25% durante el resto de la vida de hipoteca, aplicado sobre el importe que se adelanta. A interés fijo no se da ese límite y las comisiones de cancelación son superiores. Además, el plazo de una hipoteca a interés fijo también es inferior, hasta un máximo de 15 o 20 años, dependiendo de la entidad financiera, mientras que a interés variable hablamos de un máximo de 40 años.

 

¿Qué es la cuota final y la cuota creciente?

La cuota final es dejar una parte de la hipoteca para el final del todo, lo que implica que solo pagaremos intereses por ese dinero aplazado, bajando por tanto el importe de la cuota de cada mes. Esa parte puede ser hasta un 30% del préstamo. Sin embargo, dentro de 40 años, al vencimiento de la hipoteca, ese importe, con la inflación y el aumento del coste de la vida, será despreciable, pudiendo además durante esos 40 años, amortizar o gestionar como queramos la hipoteca.

La cuota creciente consiste en pagar más cada año, es decir, nuestra cuota mensual va creciendo anualmente a razón de un coeficiente estipulado. Nos permite pagar menos el primer año pero, a partir del segundo, nuestra cuota es bastante superior, pudiendo llegar a estrangular nuestra economía, ya que se puede dar el caso que aumente la cuota a razón de un 2% y, a su vez, aumente el tipo de interés.

 

 ¿Qué pasa si no pago?

 

Si dejo de pagar temporalmente o con demoras superiores a un mes, además de los intereses de demora y comisiones que nos cobrarán, el banco nos registrará en el ASNEF, registro de morosos al que todos los bancos tienen acceso. Una vez se entra, todas las puertas del circuito financiero se cierran para nosotros hasta que regularicemos la situación. Si nos encontramos en esta situación debemos recurrir a un familiar o amigo, o bien al capital privado.

Si el impago es de varias cuotas, el banco nos exige el pago de todo el préstamo y lo da por vencido. Podemos intentar llegar a un acuerdo con la entidad para ponernos al día. Si no podemos pagar y se trata de un préstamo hipotecario, iniciarán el proceso para cobrarse la deuda con el piso y subastarlo.

Una vez subastado, si no se han resarcido del importe pendiente, incluyendo intereses y costas, responderemos con nuestros bienes presentes y futuros, de tal manera que nos los podrán embargar o, en caso de no tenerlos, embargarán nuestra nómina con los límites que marca la ley.

 

¿Con qué responden los avalistas?

En ocasiones, el banco nos pide un avalista como garantía adicional para concedernos la hipoteca.  Normalmente, el avalista es un familiar, por el riesgo que conlleva en caso de impago. El avalista puede firmar de tres maneras:

Avalista total. En caso de impago de los titulares, el banco pedirá que pague en su lugar, respondiendo con bienes presentes y futuros, nómina y propiedades. Avalista por un tiempo o importe determinado. Avalista o hipotecante no deudor. Cuando una persona nos deja su vivienda para hipotecarla por el importe que no hemos llegado con la nuestra solo responde con la garantía que hemos hipotecado. Por tanto, el banco no puede embargar ningún otro bien ni tampoco su nómina.

 

En la cuota, ¿cuánto hay de intereses y de amortización?

La cuota comprende intereses y parte de cancelación del préstamo (amortización de capital) que pagaremos mes a mes.

Los intereses se calculan sobre el capital pendiente de cada mes y, por tanto, al principio, pagaremos más intereses y menos capital. Al final, ocurrirá a la inversa.

 

¿Qué es el periodo de carencia?

Es el período inicial, de uno a tres años, durante el cual podemos pagar solo intereses y no amortizamos nada de capital. De esta manera, nuestra cuota es muy inferior en ese tiempo, pero seguimos debiendo la misma cantidad de dinero a la entidad financiera.

Por ejemplo, con una hipoteca de 150 mil euros a pagar en 40 años y al 4,25% de interés, tendríamos que pagar 650 euros y si tenemos un periodo de carencia, pagaremos 531 euros, casi 120 euros menos.

La carencia solo es recomendable en aquellos casos en que inicialmente tenemos más gastos, como puede ser amueblar un piso, comprar un coche o circunstancias esporádicas, ya que luego tendremos que pagar la cuota comprensiva de capital e intereses.

 

¿Qué sistemas de amortización hay?

Actualmente en España solo son posibles dos, no obstante, enumeraremos otros:

  • Sistema de amortización de cuota constante por el sistema francés. Es el sistema común y habitual de amortización. En él sabemos que pagamos una cuota constante cada mes y podemos aplicar modalidades como:

Cuota final: dejamos una parte del capital que no amortizamos hasta la última cuota de la hipoteca y sobre la que pagamos sólo intereses, bajando nuestra cuota mensual

Cuota creciente: empezamos pagando una cantidad mensual y, anualmente, aplicamos una razón en progresión aritmética, que hace aumentar la cuota, facilitando la comodidad de pagos al empezar con el pago de la hipoteca.

  • Sistema de amortización constante. Cada mes pagamos la misma cantidad y, por tanto, la cuota de intereses es cada vez menor. Es uno de los sistemas que menos se utiliza.

  • Sistema de amortización americano o de cuota final. Tenemos un principal, le aplicamos un interés compuesto que llevamos al final de la vida del préstamo y nos da la cuota final que debe pagar el deudor. No se utiliza en España.

  • Sistema de amortización alemán o de interés anticipado. Anticipa los intereses y, por tanto, los cobra antes de que se generen. Este sistema no está permitido en España.

  • Sistema con tipo de interés “flat”. Al principio del préstamo se calcula el interés simple sobre el capital pendiente y se divide entre el número de cuotas, resultando la cantidad a pagar cada mes. Este sistema se había utilizado en los años 80 y 90 pero, actualmente no está permitido en España ya que pagamos intereses sobre deuda ya amortizada.

 

¿A qué nos referimos cuando pedimos una hipoteca del 100%?

Es una hipoteca en la que queremos el 100% del precio de compra y, por consiguiente, solo aportamos los gastos de la compra e hipoteca. Durante el “boom inmobiliario”, los bancos daban el 100% e incluso los gastos. Actualmente, para la compra de una vivienda, suelen dar el 80% y solo en algunos casos el 100%. Dar el 100% es una operación atípica y compleja, ya que supone mayores garantías y mayores implicaciones de los interesados.

 

¿Puedo refinanciar si no tengo vivienda en propiedad?

La refinanciación está pensada para hacerlo bajo el paraguas de una hipoteca, sin embargo, si tenemos tarjetas y demás financiación muy cara, puede ser posible y puede llegar a interesar una refinanciación mediante un préstamo.

 

¿Puedo pedir financiación con RAI o Asnef?

No, la financiación tradicional analiza que la sociedad esté al corriente de pago de sus obligaciones y que no tengamos incidencias. En caso de tenerlas, deberemos buscar financiación alternativa a la banca.

 

¿Qué ocurre cuando financio mi empresa sin planificar?

Debemos tener claro qué necesitamos y en qué cantidad. Es importante no descapitalizar la empresa ya que cualquier tensión de liquidez nos quitará la capacidad de negociación con cualquier agente financiero y ante los propios proveedores.

 

¿Qué pasa cuando se declaran pocos beneficios?

Declarar pocos beneficios significa que la empresa genera pocos recursos, lo que implica que tendremos poca capacidad de devolución y, por consiguiente, dificultades para financiarnos.

 

¿Por qué me condicionan la financiación a seguros y demás productos?

La banca no deja de ser un negocio, y como tal, intenta hacer venta cruzada y vendernos productos que le dejen margen comercial para que seamos clientes rentable.

 

 

¿Qué hacer cuando sé que no podré atender el pago de mis deudas bancarias?

 

 

Es fundamental afrontar la realidad hablando con el banco y explicándoles nuestra situación, haciendo una propuesta firme y creíble, con números concretos. Para ello debemos elaborar un plan financiero y de tesorería realista y explicarlo con una solicitud viable y ofreciendo contrapartidas.

 

¿Puedo cancelar anticipadamente un préstamo?

Sí, siempre se puede anticipar parte o la totalidad de un préstamo y según las condiciones que se hayan acordado, se pagará una comisión u otra.

 

¿Cómo puedo salir del RAI y/o Asnef?

Pagando la deuda contraída. Una vez pagada, la entidad deudora cursará la baja en el registro correspondiente. Este procedimiento puede tardar entre 7 y 15 días. Si queremos ser dados de baja de manera inmediata, podemos ponernos en contacto con Asnef enviando un correo electrónico y adjuntando una fotocopia del DNI y recibos pagados.

 

¿Qué tiempo tardan en concederme un préstamo?

Si no es un préstamo preconcedido de la banca, entre la tramitación y la aprobación, puede tardar entre 7 y 21 días.

 

¿Qué es la TAE?

Es la Tasa Anual Equivalente y nos permite comparar préstamos correctamente. En ella, además de contar el tipo de interés, se incluyen las comisiones.

 

¿Qué es la CIRBE?

 

Es el Centro de Información de Riesgos del Banco de España. Todos figuramos en el Banco de España con los créditos que tenemos con el sistema financiero superiores a 6.000 euros. Los bancos, con nuestra autorización, piden la CIRBE al Banco de España, para saber la cantidad de deudas que tenemos y así poder evaluar si nos prestan o no más dinero. Nosotros, con nuestra firma digital, lo podemos pedir en la web del Banco de España o, si lo preferimos, podemos acudir en persona y nos la darán al momento.

Administración PKMS (bde.es)

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